jueves, 17 de noviembre de 2011

Reflexión del día

"Precisamente los que más información esconden u ocultan, son los que más hablan y los que más tendrían que callar".

Ale, pues ahí lo dejo, ya me puedo ir a dormir tranquila y desahogada. Buenas noches.

miércoles, 16 de noviembre de 2011

Game over

Jugar es algo que inconscientemente atribuimos a la infancia, son precisamente los niños los que "se entretienen con cualquier cosa". Bueno, tal vez eso era antes, pero este no es el punto al que quería llegar. La cuestión, es que cuando nos hacemos mayores, inconscientemente seguimos jugando. Los juegos son diferentes claro está, y por norma general, suelen carecer de ciertas reglas a cumplir. Una conversación cara a cara, a veces una telefónica o simplemente unas miradas que cruzan toda una multitud en un pub o discoteca pueden convertirse en un auténtico juego de horas, días o incluso meses de duración. Luego están esos juegos que comienzan siendo de dos, pero en los que sobre la marcha se empiezan a incorporar nuevos jugadores, no siempre bienvenidos. Sin embargo, ya sea jugando al pilla-pilla, a la Xbox (no sé si ya estaré tan anticuada como mi abuela en lo que a juguetes se refiere), a los "juegos de mayores" o al escondite, la finalidad es siempre pasarlo bien.
Pero, ¿qué pasa si los juegos dejan de ser divertidos? Yo que últimamente me había vuelto una asidua de estos "juegos de mayores" (en mi defensa tengo que decir que siempre con los mismos "compañeros de juegos", no vayamos a tachar a una de lo que no es o no hace) he decidido que ya no quiero jugar más, que este juego ha dejado de divertirme.

domingo, 13 de noviembre de 2011

Borrón y cuenta nueva

Hoy una personita me ha recordado por qué hace varios años decidí abrir este blog y quizá sea la razón también, por la que probablemente esté escribiendo otra vez en él. La verdad es que son muchas las veces que he prometido seguir escribiendo y muchas también las veces que he dejado de hacerlo, por motivos muy distintos. Pero hoy, he vuelto, he vuelto,una vez más, y con muchos cambios (a la vista queda). Pero no sólo ha cambiado mi blog, también he cambiado yo, y ha cambiado mi vida, por eso pensé en cerrar éste y en abrir uno nuevo. Después, me he puesto a leer mis primeras entradas, las últimas y también las que había por medio y simplemente no he podido.
Aunque si de verdad me paro a pensarlo, quizá mi vida no haya cambiado tanto, después de todo sólo tengo que cambiar una clase de la universidad por una mesa en una oficina, añadir algún que otro contacto más a la lista de personas importantes que forman parte de mi vida y a lo mejor, dibujar alguna que otra arruguilla por eso de la edad y esas cosas. Pero lo que de verdad me importa sigue exactamente donde estaba el primer día.
Así que, como decía no he podido borrarlo, está ligado en cierto modo a mis recuerdos, a lo que un día pensé o lo que un día viví, son pedacitos de lo que soy ahora y del momento que estoy viviendo. Por eso, como ha pasado en mi vida, le he hecho algunos cambios en la fachada pero lo importante sigue estando ahí, los cimientos son los originales, lo que hay en este blog significa exactamente lo mismo que significaba hace tres años.