miércoles, 18 de enero de 2012

Sensaciones

Despertarme por la mañana sabiendo que he soñado y ha sido un sueño de los grandes, de los de película, aunque a duras penas pueda recordar el más mínimo detalle de lo que ha pasado o quién aparecía en él; tener una sonrisa permanente grabada en mi cara porque es un gran día, una gran semana o un gran mes; que el corazón me dé un vuelco cada vez que suena el móvil porque espero una llamada o un mensajito que puede cambiar el peor de los días; buenas noticias que se convierten en mejores aún si te las da una cara conocida; la satisfacción de saber que has hecho algo bien; un piropo, un cumplido; una caricia, un beso o un abrazo; esas hormiguitas que a veces se alojan en tu estómago y que no paran de corretear, a veces son mariposas que revolotean; un encuentro fortuito con alguien especial que hacía mucho que no veías; una bebida fresquita en un día caluroso; dormirte en los brazos de una persona sin la que no podrías vivir; esas sesiones de madre e hija; tumbarme en la playa a escuchar el mar y sentir el sol como calienta la piel....son sensaciones que me gustan y que hoy echo de menos.

martes, 3 de enero de 2012

¡Feliz Año Nuevo!

Sí, ya sé que es 3 de enero, pero la celebración del año nuevo me llevó a la cama aproximadamente a las 9 de la mañana del día 1. A las pocas horas de sueño le siguieron unas cuantas de recoger lo que parecían los restos del fin del mundo, un ratito de coche hasta llegar a casa, unas cuantas llamadas telefónicas para dejar constancia de que la nochevieja no había podido conmigo, una buena ducha para entrar en calor y 12 horas de sueño más hasta que el despertador me hizo percatarme de que ya era día 2, y claro, como una servidora no ha sido de las afortunadas en tener vacaciones durante estas fechas navideñas, pues había que trabajar. Y así, sin quererlo ni beberlo (bueno, beberlo sí, y mucho) pues me he plantado en el día 3 de enero sin haber felicitado el año a prácticamente el 90% de las personas a las que conozco, sin haber terminado de escribir la carta a los Reyes Magos y con una montaña de trabajo en la mesa de la oficina que ni el fin del mundo ni el cambio de año han conseguido hacer desaparecer.
¿Mi balance del 2011? Desproporcionado, ha sido muy bueno en ciertos aspectos y un tanto desastroso en otros. ¿Mis deseos para el 2012? Muuuuuchossss, aunque me conformo con que se cumplan sólo unos poquitos y ¿mis propósitos para el año que comienza? Pues como por fin he conseguido cumplir ese de "apuntarme o ir al gimnasio" (más o menos) pues este año sólo quiero no cometer los mismos errores que en el 2011 que fueron unos cuantos. Así que sin más....

¡FELIZ 2012!