martes, 5 de agosto de 2008

Cuento de hadas

Mi última entrada terminaba con unas palabras que a más de una y uno le gustaría oír en boca de esa persona tan especial. Yo tuve esa suerte, me las dijo alguien, alguien especial. Mara me preguntó si se trataba de una declaración de amor, la verdad es que, visto así, podría serlo perfectamente pero en este caso, la frase traía consigo una "preciosa" coletilla... como amigo. Porque somos eso, amigos, y desde hace tiempo, por eso es más duro de encajar el día a día. Que a diario me repitas lo mucho que la quieres, que es la mujer de tu vida, que nunca conocerás a nadie como ella.... oír todo eso me resta un poco de felicidad, pero tu ni siquiera lo sabes. ¿Sabes que? Me lo merezco. Nunca te dije que para mi eras algo más que un amigo, nunca tuve el valor suficiente de reconocerte que jamás he conocido nadie como tu y ahora sufro las consecuencias.
No te voy a engañar, alguna vez he imaginado ese final feliz de cuento de hadas. Todas las niñas sueñan con ser princesas, ser rescatadas por el príncipe azul, enamorarse, casarse y ser felices, y yo, como niña que fui también he soñado con ello. Pero ahora maldigo a Cenicienta, a Blancanieves, a la Sirenita....porque me engañaron, no todos los cuentos tienen ese final, el mio no acabará nunca diciendo "fueron felices y comieron perdices".

3 comentarios:

Anónimo dijo...

ive done something here to have you a few cents!

Miguelo dijo...

si todos acabaran comiendo perdices la vida seria muy aburrida. no nos esforzariamos pues ya sabriamos que todo acabara como deseamos

Mara dijo...

ainsss, pues sabes q creo? q no es tu principe azul. Que tu principe azul debe estar a puntito de llamar a tu puerta y pedirte que le tires las trenzas desde la torre del castillo para darte un beso que te despierte de esos 100 años de sueño. Ya verás que sí :)