jueves, 30 de octubre de 2008

Folio en blanco

Está siendo una semana complicada, demasiadas cosas que hacer, demasiadas clases a las que asistir y demasiados trabajos que entregar. Esto último es lo que me está haciendo que me enfrente al folio en blanco. Me siento en la mesa de mi habitación y es todo lo que consigo después de horas, un folio en blanco. Los días pasan y el viernes está a la vuelta de la esquina pero yo sigo sin ser capaz de juntar tres palabras seguidas y conseguir una línea con sentido que me de comienzo al dichoso ensayo. Primero fue la elección del tema y ahora su desarrollo. No es que sea difícil, después de todo el periodismo digital es algo que está a la orden del día y sobre lo que hay muchas cosas que decir, tal vez sea eso, que quiero decir tantas cosas que no sé por donde empezar. Es tarde, quizá debería acostarme, mañana será otro día y puede que, dentro de unas horas mi cabeza esté más despejada, aunque eso pensé también anoche y la noche anterior.

domingo, 26 de octubre de 2008

Quiero escuchar hoy tu voz

Hoy mientras me duchaba ha sonado en la radio y me he acordado de ti, de los días que pasamos juntos, de las tardes de playa, de nuestras risas y nuestras riñas...pero sobre todo, de nuestras largas conversaciones.

"Muéstrame el lugar donde debo ir....."

miércoles, 22 de octubre de 2008

Conversaciones ajenas



Sí, ya sé que no es de buena educación escuchar conversaciones ajenas, pero por esta vez tenía que hacer una excepción.
Mientras mi amiga y yo tomábamos un café en una típica cafetería de barrio esta tarde se han sentado en la mesa de al lado dos hombre y una mujer. Hasta aquí, todo normal. Uno de ellos iba trajeado y muy arreglado, mientras que el otro era precisamente todo lo contrario, vaqueros, camiseta, uñas sucias, pelo alborotado....la mujer, en fin, una más. Sin embargo, ambos hombres tenían algo en común, eran gays, y lo que en un primer momento parecía una charla entre tres amigos, ha resultado ser una cita a ciegas entre los dos hombres (algo que hemos averiguado mi amiga y yo tras media hora escuchando su conversación).
Lo que más me ha llamado la atención ha sido la conversación que estaban teniendo, bueno, mejor dicho el monólogo del hombre trajeado...yo sé, yo he estado, yo creo...yo yo yo yo...el otro, se limitaba a asentir y la mujer sólo observaba.
"Veo que no te han dicho nada sobre mi, ¿no?" le decía el del traje al del pelo alborotado. De repente la mujer se ha ido. "Esta ha querido hacer de celestina" ahhhh!! ahí está la frase que lo aclaraba todo. Poco después ha sonado un teléfono. Los tres han mirado el suyo. "Es el mio" ha dicho el señor del traje y ha salido fuera.
"Es muy interesante ¿no?" le ha preguntado la mujer al otro hombre. "Es un personaje" le ha contestado.
Y estaba en lo cierto, era un buen personaje, bueno, los tres lo eran.

domingo, 19 de octubre de 2008

Desaparecido

Desde siempre se ha sabido que el hombre es el único ser que tropieza dos veces en la misma piedra, y en mi caso, más que dos, son tres, cuatro, cinco... nunca aprendo. Dicen que el amor nos vuelve irracionales, impulsivos y quizás sea cierto porque siempre se repite la misma historia: hablamos, quedamos, pasamos unas horas increíbles y después ¡puff! desapareces sin más. Luego llegan los días de caras largas, las noches en vela preguntándome donde te has metido, mirando a todas horas el móvil con la estúpida esperanza de recibir un mensaje o una llamada tuya, pero nunca llegan. Consigo convencerme de que todo ha terminado, que como muchas veces dice mi abuela, no convendría, pero al final, cuando lo he asimilado, entonces, en ese momento se produce esa llamada y todo vuelve a empezar.

lunes, 13 de octubre de 2008

Extraña conexión


Volvía en el tren tras mi pequeña escapada de fin de semana a Madrid, mirando atontada por la ventana el suceder de árboles y campos, sin ser realmente consciente de lo que ocurría a mi alrededor. Poco a poco mis ojos comenzaban a entornarse vencidos por el cansancio y el agotamiento de los últimos días pero sin dejar de perder ese pequeño recuadro que me mostraba el exterior. De repente, apareciste tu, sí, entrabas por la puerta que comunicaba mi vagón con el tuyo, sonriente, descarado, mirando fijamente el sitio en el que yo estaba medio recostada. La sorpresa o quizás el temor de que todo volviese al punto de partida me sobresaltaron, abrí los ojos y miré a mi alrededor, buscándote, pero no estabas allí. El subconsciente, una vez más, me jugaba una mala pasada, parecía que todo había sido un sueño. Sin embargo, me había marcado, ya no volví a dormir en las dos horas de viaje restantes, seguía mirando por la ventana, pero mi cabeza no estaba ni dentro del vagón ni fuera, estaba pensando en ti. Llevaba semanas sin saber nada de tu existencia, una pequeña discusión por culpa de un malentendido había terminado con lo que ni siquiera había empezado. ¿Tú?, ¿en el mismo tren?, ¿sonriéndome, hablando conmigo? definitivamente estaba soñando. Procuré apartarte de mi mente convenciéndome a mi misma de que no iba a saber nada más de ti, tal y como venía pasando desde hacía días.
Pero está claro que el destino nos tiene preparadas muchas sorpresas y la mía estaba a punto de llegar. Una vez en casa, encendí el ordenador y conecté el messenger mientras deshacía maletas, ordenaba la habitación, leía emails...y todas esas cosas que uno hace después de permanecer desaparecido durante días. Fui a la cocina y cuando volví, estaba ahí, me llamaba desde el otro lado de la habitación, alguien me había hablado, eras tu. Al principio no podía creerlo, incluso llegué a pensar que te habías equivocado de persona. Y así, nos tiramos casi una hora, ¿cómo estás?, ¿qué haces?, a ver si quedamos....como si las últimas semanas nunca hubiesen existido.
Es curioso, llevaba días sin pensar en ti, soñé contigo durante unos segundos y fuiste el primero con el que hablé a mi vuelta.

domingo, 12 de octubre de 2008

Tu recuerdo

Solías decirme que era tu nieta favorita (normal, teniendo en cuenta que yo era la única chica), también guardo con especial recuerdo esas carreras que hacíamos por el salón del piso de Barcelona para coger el sillón bueno o cuando me llevabas al parque durante las épocas que pasaba con vosotros. Aunque han pasado los años, sigo recordando esos momentos mejor que cosas que hice ayer o la semana pasada.
Con el paso de los años y por las sorpresas (tanto buenas como malas) que da la vida dejamos de hacer todas esas cosas y en el fondo las echaba en falta pero me consolaba saber que, al menos yo, pude disfrutar de ellas durante un tiempo (Sergio y Santiago nunca lo harán).
Los últimos años sin duda fueron los peores, prácticamente no reconocía a la persona que tenía delante, hay que ver lo que una enfermedad puede cambiar a alguien. Por lo menos para ti, durante un tiempo, todo volvió a ser como antes. Por unos días, volví a ser esa niña con la que solías jugar en casa, aunque delante tuyo tenías ya a una jovencita de 18 años, sin embargo, en tu mente, era esa niña de tan solo 4 o 5 que no levantaba un palmo del suelo.
Hoy hace cuatro años que vivo de esos recuerdos.

domingo, 5 de octubre de 2008

Gracias Mara!

Creo que esta vez mi ordenador ha vuelto definitivamente para quedarse, o al menos eso espero, porque menudo mesecito me ha dedicado. Tengo que reconocer que tampoco he tenido mucho tiempo últimamente para escribir: inicio de clases, nuevos horarios, charlas pendientes con viejos amigos... en fin, un tener que acostumbrarse a la vieja rutina.
Ahora que voy poniendo en orden mi vida, bueno, mejor dicho las 24 horas que componen el día, espero tener tiempo de volver a retomar esta rutinilla de escribir que tanto me gusta, se podría decir que vuelvo a las andadas. Y no hay mejor forma de recuperar las buenas costumbres que dándole las gracias a Mara por ese regalito que me hizo hace ya bastantes días, ya, lo sé, no tengo vergüenza, he tardado toda una eternidad, pero, más vale tarde que nunca. Así que, mil gracias Mara.
Según las normas, ahora me toca a mi premiar a 5 personas, pero este premio va dirigido a aquellas personas que saben transmitir y transmiten algún valor. Como no creo que haya nadie en el mundo que no tenga algo bueno que enseñar yo se lo concedo a todo el mundo. (Además así no me tengo que estrujar la cabeza en elegir sólo a cinco personitas jeje)