lunes, 23 de agosto de 2010

Largo fin de semana familiar

Desde que mi afición a abandonar con frecuencia el país ha salido a flote, mis padres ya han cogido la tónica de planificar sus vacaciones en función de mis "escapaditas", así, hasta ahora frecuentan con más asiduidad Valencia, el mes de Enero les llevó hasta Nueva York y acaban de pasar unos días en la británica ciudad de Londres.
Tanto "uff qué calor hace aquí", "Lore, estamos todos en la terracita de Canet jugando a las cartas" o esas fotos actualizadas de Tuenti y Facebook que dejan ver sendos bronceados en mis amigos estaban incrementando mis ganas de volver. Pero esta esperada visita ha sido como una bocanada de aire, ahora me sumerjo con las pilas cargadas en las cinco semanitas que aún me quedan por aquí.
Según mi padre, ahora ya no me puedo quejar y decir que no he tenido vacaciones porque mis jefes decidieron solidarizarse conmigo y me dieron jueves y viernes off. Pero digo yo, ¿puedo llamar vacaciones a madrugones, largas caminatas por las calles londinense y una incesante búsqueda de sitios y restaurantes (mi familia decía que mi manutención durante estos días tenía un precio: me había convertido en guía turístico)?
Ahora, ya desde mi oficina, vuelvo a la rutina mientras ellos vuelven a casa y empiezan ya las peticiones para un nuevo destino. Querida familia, ¿podéis esperar a que vuelva primero?

1 comentario:

Pau dijo...

Es lo que tiene que tu hija sea una trotamundos.
Mis padres ya han dejado de buscar el por qué de mis frecuentes huídas de casa. Pronto vuelvo a huir, así que ya estás planificando la visita!