martes, 10 de agosto de 2010

Un buen constipado

La cabeza me daba vueltas. En un primer momento pensé que se trataba de una resaca tardía consecuencia de la ultima salida nocturna de clubbing por London. San Ibuprofeno me llamaba desde la mesita de noche. No lo pude resistir, corrí a la cocina, me preparé un vaso de leche calentito, unas cuantas galletas y dejé que él hiciera el resto. Lo siguiente que recuerdo es que mi compi de habitación me llamaba diciéndome que eran las siete de la tarde, pero mi cabeza me seguía dando vueltas, así que, seguí durmiendo.
Lunes. La cabeza también me daba vueltas. Esto empieza a ser un poco raro, pero el deber me llama y hay que ir a trabajar. Que lleguen las cinco, que lleguen las cinco...por fin! Por suerte para mí, en mi casa no hay nadie, sólo silencio. Creo que me voy a echar una siesta, o no, quizá duerma ya hasta mañana.
Martes. Hoy la cabeza también me da vueltas, pero a pesar de eso, lo veo todo más claro. No porque por fin haya descansado, la verdad es que me he despertado varias veces a lo largo de esta noche. Tampoco porque mis ojos vean mejor que hace 24 horas, es más, están llorosos y medio cerrados. Se trata más bien, de que al final, he decidido aceptar que he agarrado un buen constipado.

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