domingo, 25 de mayo de 2008

Noche de locuras

No había nada establecido, una llamada de teléfono había servido para decir la hora y el lugar del encuentro pero nada más, la noche sucedería sobre la marcha, y así lo hizo.
Como ya forma parte de la tradición la primera parada de nuestra ruta nocturna no podía ser otra que La Infanta, los primeros cubatas, las primeras fotos y los primeros recibimientos. Si en este local entrábamos tres señoritas dispuestas a comernos la noche, el grupo, dos horas más tarde había pasado a ser de cinco.
Próxima parada....Café Valencia, chupito cortesía de la camarera más guapa del local y unas entradas para Umbracle. La ruta no había hecho más que empezar Café Madrid nos deparaba grandes sorpresas para la noche. El grupo siguió en aumento, las copas volaban, bombones sorpresa, bailoteos sin parar y muchas muchas risas. Sólo había que ponerle ya, la guinda al pastel. Terracita, buena música y grata compañía. Como resultado...vuelta a casa a las ocho y media de la mañana, tres horas de sueño y un dolor de cabeza agudo con sabor a resaca.
La noche prometía y no decepcionó.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Pues ya ves! de ser tres a ser cinco de cinco a ...jejej me suenan esas noches si xD
Besos de lunes!

Lorena Ferrer dijo...

delitosliricos. son noches divertidas, sabes donde empiezas pero nunca donde acabasy tampoco con quien jajaja