domingo, 4 de mayo de 2008

Relax

El sol, la naturaleza y un fantástico libro han sido mis compañeros de aventuras este fin de semana. Necesitaba unos días así y más ahora que hay que cargar pilas y empezar a recopilar apuntes, a encerrarse en casa o en su defecto en bibliotecas y a sumergirse en las asignaturas anuales y cuatrimestrales de las que espero no volver a saber nada a partir de mediados de junio.
El viernes decidí que me urgía tener unos días para mi, y así hice, bolso en mano y poco más, el metro me llevaba a mi destino relax, el chalé. Tras horas tostándome como a mi me gusta al sol, un poquito de buena música para alegrar la mañana, un rato de lectura por la tarde y un interminable paseo por las calles silenciosas de la urbanización. Hay que ver como cambia el paisaje de verlo en pleno verano con los chiquillos correteando por las calles, el sonido de las piscinas repletas y las comidas familiares en las terrazas, a tan sólo el sonido de la naturaleza a tu alrededor en estas fechas.
Lamentablemente, el fin de semana ya ha terminado, mañana lunes vuelta a la rutina, o a la marcheta como digo yo. Por desgracia, en unas horas, no me van a despertar el sonido de los pájaros o los primeros rayos del sol (como me ha pasado hoy) sino que lo hará el estridente sonido de mi despertador.
Buena semana a todos!

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