Conseguido!

Tras una larga noche, horas de constantes miradas al reloj, nervios a flor de piel, pesadillas que nunca terminaban....el momento había llegado, el despertador por fin sonaba devolviéndome a la realidad, la hora había llegado. Una vez duchada y vestida, que no desayunada a causa de los nervios, salí de mi casa tratando de convencerme a mi misma que podía con ello, que era capaz de eso y mucho más. Mi profesor y una compañera me esperaban con las llaves del que pronto me pondría a prueba.

Una vez llegados al punto de encuentro y tratando de tantear el terreno comenzamos la última práctica, salidas, rotondas, cruces, semáforos, stops...todo, pero la hora se acercaba más y más y los nervios continuaban asomando por cada palabra, cada gesto, cada mirada....cualquier cosa delataba la situación. A las diez y media el "señor funcionario" ocupaba la parte derecha trasera del coche, lugar desde el que daría las instrucciones precisas. Mientras mis compañeras hacían su examen yo esperaba en un banco. Desde mi posición veía llegar gente, algunos reían otros lloraban, se abrazaban, saltaban, gritaban...algo que en cuestión de minutos haría yo también. Y por fin, el coche de mi autoescuela se paraba frente a mi.

Respiré hondo, me armé de valor y ocupé mi puesto tratando de parecer la persona más serena del mundo aunque mis piernas estuviesen convencidas en demostrar lo contrario. "Señorita, puede usted comenzar cuando quiera", y así fue, una incorporación, un par de glorietas, algún que otro peatón y la prueba había terminado. El veredicto final: APROBADO!